La juventud del Partido Socialista Unido de Venezuela es una organización política que reúne a millones de jóvenes que soñamos con una Patria donde reine la justicia, la igualdad y la libertad, que soñamos con la unidad de nuestros pueblos, con nuestra independencia de cualquier imperio, que soñamos con un país productivo, con una sociedad socialista, pero más importante aún que no sólo sueña sino que nos hemos reunido para militar por esos sueño, para militar en el proyecto de Bolívar y de Chávez, para construir con nuestras manos esa justicia, esa igualdad, esa libertad, esa independencia, es decir, militamos para hacer la Patria que soñamos.
No es suficiente querer una Patria para conseguirla, esa querencia debe estar acompañada con la capacidad de hacerla, el querer debe estar acompañado del poder. La mayoría de los jóvenes queremos la Patria bonita, pero sólo será posible con la sumatoria de esas voluntades de forma organizada, construyendo mayorías mediante el amor, la pasión y la razón, organizado en todo el territorio y junto a todos los sectores capacitando esa organización y movilizándola.
Un partido y su juventud, que pretenda hacer una patria no puede ser una organización de las minorías, debe y es su primera tarea convocar al pueblo, sumarlo, convencerlo, enamorarlo. Esto no se hace sólo en una etapa de la organización, esto se hace de forma permanente, es un tarea constante visitar los liceos y las universidades en búsqueda de sus juventudes, ir a las fábricas por sus trabajadores, ir al campo a buscar a los campesinos, ir a la comunidad en búsqueda de sus mujeres, de las familias, y con el amor y la razón sumarlos a la organización, convencerlos de la necesidad de luchar, de construir, de organizarnos, de formarnos, de no quedarnos sólo soñando.
La segunda tarea de la juventud del partido es organizar esa suma de voluntades. No es un partido una masa sin presencia territorial, sin capacidad de dirección, sin distribución de tareas, para que esa mayoría se convierta en poder debe organizarse y organizar al pueblo más allá de sus propios militantes. Debe organizarse en el territorial y en lo sectorial, no puede haber comunidad, empresa, espacio educativo, que no tenga la presencia del partido organizado, así mismo en los sectores de mujeres, indígenas, trabajadores, etc. También debe estar organizado con estructuras, tareas, responsables claros que permitan que el potencial se convierta en fuerza constructora de nuevas realidades.
La tercera tarea de la juventud del partido es formar a sus militantes, para que sean cada vez más capaces de hacer un país. Necesitamos un partido que conozca sobre modelos de sociedad, sobre las organizaciones, militantes que sepan planificar, que sepan dirigir y que construyan un liderazgo pedagógico. Necesitamos capacidades técnicas para hacer un país, para gobernar, militantes que puedan diseñar estrategias y tácticas que sustenten programas de gobierno y políticas públicas.
Finalmente el partido debe movilizar a sus fuerzas organizadas y formadas para distintas tareas, como por ejemplo ser oposición en los pocos sitios donde, por ahora, no hemos ganado las elecciones, ganar las elecciones en los procesos electorales, construir los planes de gobierno, definir los equipos que acompañarán su ejecución, ser contralor de las gestiones y defender la Patria de cualquier ataque. Es decir, un partido y su juventud haciendo posible los sueños, haciendo posible una Patria.
Héctor Rodríguez Castro
LEER MAS ARTICULOS